Licencias de actividades

La licencia de actividad es el documento que acredita el uso de un local, nave u oficina para el ejercicio de una determinada actividad comercial.

En este informe se asegurarán las condiciones de habitabilidad del establecimiento, así como el acondicionamiento necesario para la actividad que en él se va a desempeñar.

En función del tipo de actividad y de su peligrosidad, insalubridad y de las molestias que pueda provocar en los vecinos, se distingue entre dos tipos de actividades: inocuas y las clasificadas o calificadas.

Como actividades inocuas, se considera aquellas que no generan daños ni molestias en sus inmediaciones. En esta categoría entrarían la mayoría de los establecimientos comerciales o de servicios.

Las actividades clasificadas o calificadas se aplican a aquel tipo de negocios que se consideran que sus actividades pueden ser potencialmente peligrosas o insalubres. Además, también podrán considerarse como actividades de este tipo aquellas que, aunque inicialmente pudieran considerarse inocuas, superen algunos parámetros establecidos por la normativa específica del ayuntamiento o de la comunidad autónoma, como puede ser la superficie total del negocio, la potencia contratada, etc.

Hay algunos casos en que no es necesaria una licencia de actividad ya que se establecen como excepciones por parte de la administración, como pueden ser actividades en domicilios profesionales en la que no se venda o se atienda directamente al público.

Las últimas simplificaciones de la normativa que han sido impulsadas desde Europa en el ámbito de las actividades económicas permiten, en algunos casos, iniciar una actividad económica sin esperar a tener aprobada una licencia de actividad. Sería en aquellas actividades en que no se determina ningún tipo de peligrosidad o insalubridad y en que la superficie del negocio no supera los 300 m2. En estos casos, es posible sustituir la licencia de actividad por una declaración responsable. A pesar de ello, la declaración responsable siempre debe ir acompañada de la documentación necesaria que deberá ser desarrollada por un ingeniero o técnico competente y la declaración responsable que se haya realizado podrá ser objeto de una inspección por parte de la administración local para comprobar que todo está en regla. En el caso de iniciar una actividad mediante una declaración responsable y comprobarse posteriormente que no se cumple con la normativa aplicable, el negocio puede ser clausurado por la administración como consecuencia de una inspección.

Tanto si se gestiona como licencia de actividad o como declaración responsable, se necesitará redactar por medio de un técnico competente un informe o proyecto técnico. El informe técnico será suficiente para aquellas actividades clasificadas como inocuas, pero para las clasificadas o calificadas será necesario un proyecto técnico, que tiene más dificultad que un simple informe técnico.

Nuestros técnicos están a su disposición para ayudarle en la puesta en marcha de su negocio y evitar todos los problemas que se pueden encontrar en este tipo de procesos y que pueden retardar su puesta en marcha. Le garantizamos la reducción de los plazos al máximo y nuestro acompañamiento desde el momento que decida iniciar la actividad, hasta que dicha actividad sea una realidad. Seremos su interlocutor con la administración y le garantizaremos el cumplimiento exhaustivo de la legislación vigente relacionada con su negocio.